Estudio: El ozono retrasa la maduración de los kiwis

2 agosto, 2012 3 min read

Los kiwis son una fruta muy sensible al etileno, lo que significa que su exposición al mismo durante la cosecha, transporte o almacenamiento provocan una serie de problemas en el fruto, como su ablandamiento, la granulación o de su pulpa o su pérdida de color.

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Cómo conservar y prolongar su calidad y vida útil del kiwi

Por lo tanto, el control de etileno es fundamental para conservar este fruto en óptimas condiciones y controlar su maduración, según apunta una nueva investigación publicada en el Journal of Experimental Botany.

Los científicos europeos que participaron en el estudio llegaron a la conclusión de que la inhibición de los síntomas de putrefacción de frutos carnosos y verduras que se le reconoce al ozono se produjo de forma evidente en los kiwis analizados, pertenecientes a la variedad Actinidia deliciosa, procedente de la Hayward.

El impacto del ozono resultó ser positivo para el kiwi

El impacto del ozono en el tiempo posterior a la cosecha del kiwi resultó ser positivo para la fruta, bloqueando la producción de etileno o, lo que es lo mismo, provocando una maduración tardía gracias a la estimulación de la actividad antioxidante de la fruta.

Los kiwis en mejor estado tras un período de tres a cinco meses de almacenamiento

Tras un período de tres a cinco meses de almacenamiento en frío (0 ° C, humedad relativa del 95%), la fruta que permaneció en cámaras frigoríficas que incluían el ozono en su atmósfera lograron retener su firmeza, pero no ocurrió lo mismo con la fruta de control (kiwis no tratados).

Asimismo, transcurrido este período de almacenamiento en frío, se dejó madurar a una temperatura más alta (20° C) durante 12 días para descubrir el período de vida útil de los frutos tratados con ozono o sin él.

Así fue cómo la investigación descubrió también que la acidez estaba intacta, es decir, no se vio afectada por el ozono, mientras la pérdida de peso detectada fue mucho menor que las demás frutas.

El tiempo que cada fruta resiste sin echarse a perder en un sistema de control de etileno depende de factores, como la cantidad de agua de su composición, la temperatura del refrigerador y su sensibilidad al etileno. Junto a las manzanas, peras y verduras de hoja verde, los kiwis son especialmente sensibles al etileno, a diferencia de alcachofas, fresas, cerezas, uva, piña o pimientos, cuya sensibilidad es más baja.

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